Viajar por el Perú es de veras aleccionador. Uno a veces piensa (sobretodo a mi edad)que ya conoce las rutas, que hay pocas cosas nuevas por descubrir y que solo se debe limitar a respirar aire puro, gozar de paisajes maravillosos y cargar pilas para volver con bríos a nuestra húmeda y ahuevante capital.
Sin embargo este país no deja de sorprendernos cada vez que nos adentramos en su geografía rugosa para descubrir que tanto han cambiado (para bien o para mal) los sitios que tuvimos oportunidad de visitar en el pasado así como para comprobar que hay nuevas perspectivas y sitios espectaculares por explorar. Aunque a veces lo que no cambie son los sitios sino nuestra manera de observarlos y nos permita analizar la realidad de manera más objetiva y menos prejuiciosa.
Con Ximena y Klaus decidimos organizar una pequeña excursión al Callejón de Huaylas de 4 días. Los enanos estaban felices pues les encanta la sierra y todo lo que tiene que ver con viajes y excursiones y una salida de este tipo era un digno colofón para unas vacaciones bien gozadas. A pesar que tenía muchas cosas por definir entre el jueves y el viernes de la semana posterior a fiestas patrias decidí desconectarme y olvidarme de la chamba, del fútbol, de blogger y de cualquier otra actividad que normalmente consume mi tiempo semanal. Era mi 5ta o 6ta visita al callejón y decidí hacerla de manera distinta a las anteriores estadías. No nos quedaríamos en Huaraz sino en Caraz (extraordinaria decisión que comprenderán más adelante), trataríamos de hacer un circuito alternativo para variar la ruta tradicional establecida y no nos alojaríamos en un hotel común sino que lo haríamos en una suerte de fundo que cuenta con unos bungalows muy simpáticos y una extraordinaria vista de la ciudad de Caraz y el valle colindante. Hechas todas estas previsiones el día jueves a las 06:30 hrs. ya estábamos como decía mi tio Jack “on the road”. Y a las 8 de la mañana estábamos tomando desayuno en Chancay en el restaurant “Don Pipo”. Un pan con chicharrón de campeonato y una atención de primera, a todos los que deban viajar asiduamente al norte chico les recomiendo este lugar, vale la pena.
SUBE CHAPULIN SUBELos dos panzones en un alto del caminoAcabado nuestro sándwich porcino enrumbamos hacia Pativilca con el fin de tomar el desvío hacia Huaraz. Uno va dejando la costa árida y comienza a observar como va cambiando la vegetación, el clima y el aire. La aridez da paso a cierta exuberancia discreta y colorida. Eucaliptos, buganvillas y flores de colores vívidos a plena luz del sol son una fiesta para la retina. No me considero muy naturalista que digamos, la presencia de vegetación me satisface sin llegar a producirme esa suerte de orgasmo convulsivo que provoca en otras personas (“mira esas flores”,”que bella la buganvilla”,”que maravilla los arbolitos” etc.etc.) . Pero el espectáculo es inmejorable, que duda cabe. Estábamos escuchando “Café Inka Terra”, de Micky Gonzalez (que buen disco caramba, si no lo tienen cómprenselo!!!) asi que la incursión en el Perú profundo era total y absoluta. Aunque la tranquilidad del momento se comenzó a ver afectada cuando seguimos subiendo hasta el abra de Conococha (4,100 m.s.n.m.) y N, Ximena y los dos chicos comenzaron a arrancharse el balón de oxígeno.
- Mami, me duele la cabeza.
- A mi también hijita.
- Ximenita, te falta mucho con el balón?
- Saquen el que esta atrás, me muero si me quedo sin el oxígeno.
- Pucha, no lo podemos sacar, ya pues, apúrate y préstalo un rato.
- Mami, mi cabeza me explota.
- Anya, tranquilízate por favor, Panzón, a ti no te duele nada no?
- No mami pero creo que tengo ganas de vomitar.
- Nooooooooooooo!!!!!!! (Coro unísono de todos los pasajeros, faltaban más de dos horas de ruta y si se producía el estropicio iban a ser interminables).
Felizmente sacaron el otro balón, Panzón ya no “gomitó” y yo seguí comiendo feliz mis sublimes en el asiento delantero. Llegamos a Huaraz a la hora calculada y antes de continuar hacia Caraz (1/2 hora adicional) decidimos almorzar en la ciudad y echar un vistazo para ver que tanto había cambiado luego del boom de Antamina. Mala decisión la de almorzar allí, casi me rompo un diente con una cecina que estaba más dura que una chapa de gaseosa, el queso que vino con el choclo estaba más agrio que lengua de suegra y el cuy que pedí estaba mal cocinado y con unas papas que parecían de plástico. Y como algunos de los que me leen (que en realidad no son tantos) ya lo saben, nada me puede poner de peor humor que no almorzar rico. Dí por superado el incidente para no malograr la buena onda y enrumbamos hacia la plaza principal. Allí si me terminé de estropear el día y la vista. Todo lo que no pudieron las amenazas de vómito, los 4,100 metros de Conococha, el caos que suelen armar los chicos, la cecina incomible y el pobre cuy desabrido con sus papitas de poliéster lo logró en 3 segundos el impacto visual de una ciudad ametrallada por la demencia constructora de un alcalde . Una suerte de platillo volador de 5 ó 6 pisos (o una torta gigantesca tipo matrimonio con gente en lugar de muñequitos) “engalana” la plaza de armas de la ciudad. No sé como se llama el infeliz que ha perpetrado tremendo mamarracho pero créanme que lo odio por haber destruido una plaza que sin ser un dechado de virtudes guardaba cierta discreción en sus formas pero que sobre todo tenía muchos recuerdos lindos para mí. En sus esquinas había transitado afanosamente en mis épocas de guía de grupos de turistas, me había juergueado de lo lindo en varias ocasiones y había caminado abrazado con un par de novias y con mi ex – esposa en una de las pocas ocasiones armónicas que compartimos. Es decir, había sido feliz a mi manera y en un lugar que sin ser Paris guardaba cierto encanto por la armonía existente entre unas construcciones discretas y un extraordinario paisaje. Prometí solemnemente averiguar el nombre del payaso mamarrachiento que tuvo esta “genial” idea y darle su merecido por cacaseno y simplón. Ya te jodiste, ya sé quien eres y voy a mandar a tu casa al Negro Cutimba, a La Gran Sangre, al Cholo Pampañaupa, a los injertos de Collique y a unas 20 pirañas del Puente Primavera para que te saquen de allí a rastras y te hagan trapear con la lengua cada mayólica del retrete de cemento que haz estacionado en medio de la plaza. Y por donde vaya voy a decir que eres un alcalde cagoncete y pichiruchi que malversa el dinero del pueblo en obras tan ostentosas como inútiles. Con mis recuerdos nadie se mete, payaso.
Totalmente desilusionados enrumbamos hacia Caraz. El Perú, mi querido Zavalita, no solamente se jodió, también se encementó.
Cuando nos estábamos arrepintiendo de habernos decidido por el Callejón llegamos a Caraz y descubrimos que no todo estaba perdido. Y que si bien habíamos perdido para siempre a Huaraz, aún nos quedaba Paris, digo, Caraz.
Pero eso se los cuento en la 2da parte. Que a contracorriente de lo que muchas veces sucede, esta historia empezó algo mal y termino muy bien.
Guau, muy lindo relato, que buen viaje el que realizaron, seri cheevre que cuelgues mas fotos, sobretodo del panzon jr.
Besos,
margee
Qué rico viajar por el Perú, cuando vivía allá viajaba frecuentemente, me conozco toda la costa y la sierra pero nunca conocí la selva, sólo La Merced, San ramón, esa zona. Ojalá pueda hacerlo algún día. La última vez que estuve en Huaraz me parece que fue en el 2002 y recuerdo que había un Cristo inmenso y totalmente desproporcionado en la Plaza de Armas, horrible, realmente qué manera de malograr la ciudad.
Saludos, espero la segunda parte de las aventuras del viaje..
Schatz, me gusto mucho el relato. Con todo y partes malas; pero un balón de oxígeno es realmente necesario? me parece too much, al menos a mí.
X cierto, después te puedes pasar los datos de alojamiento, costos (aprox.), como esta el camino, etc. sería de utilidad para tus lectores (y donde NO y SI comer claro está).
Por finnnnnnnnnnnnnn, la prometida crónica. Nunca se me había ocurrido viajar con balón de oxígeno a las alturas. Yo me aguanto como macha :)
Espero la 2nda parte porque no conozco Caraz. Y sí, me habían dicho que Huaraz está destruída por una huachafería sin nombre. Qué pena.
Fue muy agradable visitar la zona en vuestra compañía a pesar de que la visita te haya desilusionado un poco, pero me gustaría acompañaros en la segunda parte del recorrido, así que volveré para la visita a Caraz.
Un abrazo y buen fin de semana.
Wow,,, me encantó el relato, creo que una de las cosas con las que sueño es viajar con mis hijitos, cuando los tenga. Me impacienta el hecho de que tendría que esperar unos cuatro años después del parto para esperar a que disfruten de una travesía familiar. Otra cosa: hace mil años que no visito Huaraz en plan de placer, ahora me entrado unas ganas!!, porque a pesar de todo, los paisajes son lindos.
Jaja, sí pues. "Caraz dulzura, Yungay hermosura". Pero te falto el peor de todos: "¡Huaraz presunción!"
Efectivamente, la presunción de sus alcaldes está convirtiendo a la plaza en un mamarracho... Por cierto, ¿lleva alguien la cuenta de cuántas veces han remodelado esta plaza? Creo que una cada dos o tres alcaldes...
¡¿Y dónde te metiste ese cruel almuerzo, Schatz?! Con un presupuesto mediano (caro para estándares huaracinos, pero barato para los limeños) nada como caer por ¿La botija? ¿El porongo? ¿El aríbalo?, aquel restaurante campestre que está a mano derecha, a la salida de la ciudad, o en su defecto al Patrick (¡las mejores crepes de mi vida!) o al Monte Rosa...
Mmmm... Schatz, te condeno a 7 años de mala suerte por haber traído el recuerdo de gratos almuerzos huaracinos ahora y aquí, a 15,000 kilómetros de casa.
(Pero no importa. ¡Provecho!)
Qué bacán salir de Lima con toda la family, esos recuerdos para los chicos son inolvidables, admiro a los padres entusiastas y aventureros. Tu relato buenazo, bien escrito y un cague de risa. Gracias y espero la continuación y mas fotos, qué montaña es la de la primera foto?
Margee,
Ya vienen màs fotos del panzón.Y de toda la manchita también.
Ursula,
Huaraz es una calamidad.Deberìan meter a la cárcel a los infelices que han perpetrado tanta huachafería.Encima, como si no hubiesen necesidades màs urgentes,un comite de "damas notables" ha emprendido la construcciòn de una basìlica, con tres naves y todo el ladrillo y cemento habido y por haber.
Cloud,
Cada persona siente la altura de manera distinta.A mì la altura me es muy tolerable pero a N y los chicos si les afecto bastante.Y a mi sobrina ni te cuento, ella que de por sí es taquicardica y encima hipocondrìaca ya te imaginas como estaba en determinado momento.
Precios,tarifas y datos van en el segundo reporte,a no desesperar.
Darling,
Bien macha tu no?Ja,ja,ja,ja,ja.
Conociendote un poco pensè que a tì la altura te pondrìa de cabeza.Me equivoqué pues.
Que bueno saber que se puede contar contigo para cualquier expediciòn andina.
Leo,
Ya viene la 2da parte sobre Caraz(y el primer reporte sobre Madrid,ja,ja,ja).Gracias por la visita desde lares asturianos.
Danza,
No voy a decir que eres un poco bruja por adivinar nuestras proximas intenciones pero una de las conclusiones del viaje que hicimos fue repetir el plato en Abril del pròximo año teniendo como destino...el valle del Colca.
Y tienes mucha razòn,pueden decir lo que quieran de los arequipeños pero es el mejor lugar para comer en el Perú.
Marea, esa primera montaña es el Yerupajá.Es una sensaciòn un poco especial la de verla luego del abra.A todos les aconsejo que vayan y visiten el callejón pues(y no es broma) las montañas poco a poco se estan derritiendo.
Un abrazo a todos y todas
Schatz
Giancarlo,
Faltaron "Recuay robadera y Carhuaz borrachera".
Màs envidia deberìa tenerte a tí que puedes comer sushis y sashimis como si fuesen pan con torreja.
En fin, 7 años de mala suerte no son nada para los años bravos que ya pasaron.Mientras no sean 7 años de mal sexo(que dicen que se producen cuando uno hace salud sin mirarle los ojos a la persona con la que brinda) no hay problema.
Un abrazo
Schatz
Qué gran relato. Espero ansioso la segunda parte.
Y es cierto, esas alcaldadas deberían ser razón suficiente para procesar judicialmente a estos jumentos por atentar contra la belleza del lugar y la salud mental de la gente.
El Callejón es maravilloso y también me trae lindos recuerdos!!
En el Perú, hay cada maravilla para visitar y no hay mejor cosa que hacerlo con la familia, estupendo relato, muy buen blog.
Saludos
que tal viaje!
me uno a los que esperan la continuación
Excelente la crónica, es bueno saber qué sitios son visitables y en qué sitios ni siquiera debería pensar en poner el pie. Me habían dicho que la ciudad de Huaraz no era muy bonita, pero lo que dices definitivamente va mucho más allá (y como tengo planeado viajar por ahí antes de fin de año...)
¿Más bien, sabes algo de la ciudad de Arequipa? Por ahí he escuchado pestes de ella. Malo, malo, sobre todo teniendo bonitos recuerdos de las 2 veces que estuve por allá, hace ya 20 años.