El Urbanito

Existen muchas formas de comprobar el paso del tiempo en uno. Levantarse destruído luego de una amanecida, descubrir que tus cabellos en el suelo son mayoría frente a los que bota el gato, aceptar que te saluden diciendote "señor" en todos lados o comprobar que echarse "dos al hilo" es algo que esta más cerca de la ficción que de la realidad. Así son los úkases del tiempo, no admiten maquillajes ni cojudeos.

Otra manera de constatar que estas empezando a vivir al crédito consiste en pasarle revista a los lugares donde disfrutamos buenos momentos descubriendo que ya no existen o entraron en franca decadencia. Empezaremos por estos ultimos mencionando que el turrón de doña pepa de la pastelería San Martin ya no es el mismo, que el Pisco Sour del Bolívar sobrevive con más pena que gloria y que los sandwiches del Cordano han dejado de ser imprescindibles. Del mismo modo descubres que el pollo del Rancho es en realidad una cuculí recalentada, la playa La Herradura un matadero de quinta -donde solo sobrevive con dignidad "El Suizo"- y que las butifarras de la San Antonio nunca serán iguales desde que las hacen con pan industrial del día anterior. Al ver los símbolos de las alegrías pasadas inmersos en una espiral de mediocridad uno preferiría que ya no existiesen a verlos así, irreconocibles y decadentes.

Aunque suene paradójico más alegría me da pensar en los sitios que ya no estan. Paseando por el centro recuerdo una interminable noche universitaria en el Wony´s saboreando un lomo saltado nikkei de campeonato. Voy más atrás y tengo en la punta de la lengua el sabor de las bombas de manjarblanco que hacían en la pastelería Tubino o la sensación de satisfacción completa que uno tenía luego de almorzar un contundente puré con asado en el Raimondi. Por no mencionar los almuerzos a toda mecha en el Grill La Balsa del Crillón , los cebiches de lenguado en La Caleta y las maravillosas carnes que uno podía comer en el Rincón Gaucho o en El Cortijo. Restaurantes que albergaron durante décadas a distintas generaciones familiares y que fueron parte del espíritu de la ciudad a diferencia de los comederos estandarizados que hoy en día aparecen y se esfuman en un tris. Como ven, mi memoria no esta alojada en ninguno de mis hemisferios cerebrales sino más bien detrás de mi ombligo.

Quizás las ausencias son más digeribles cuando uno recuerda los sitios donde se juergueaba a morir. Recuerdo en primer lugar el Percy´s en San Isidro donde uno encontraba a la flor y nata de los ejecutivos limeños trampeando a mitad de semana gozando de la complicidad de una obscuridad absoluta. De la mano de mis tíos y de todas las secretarias de la oficina me hice habitué del lugar y aprendí a declinar en femenino y masculino la palabra discreción.

Otro lugar que recuerdo a menudo es el Amadeus. Nació como el bar de un inolvidable restaurante (El Pabellón de Caza) y se consolidó como una parada obligada de todas las personas que salían de una fiesta o matrimonio y querían seguir juergueandose.Allí bailé por primera vez con mi ex-mujer, allí también le apliqué el primer "chappetex" y como no podía ser de otra manera en ese mismo lugar festejé a morir mi separación y posterior divorcio. El Amadeus no me hacía recordar a nadie en especial,solo la juerga hasta las ultimas consecuencias.

El ultimo lugar vino a mi memoria gracias a una amiga blogger que era fanática del mismo sitio y que encontró un blog dedicado a la historia y música de una mítica discoteca que no existe más:Bauhaus. Fui un asiduo visitante de la primera época(1993-1997) ,sobretodo los miércoles que eran bastante especiales. Y que tenía de especial Bauhaus? Todo; desde la música que no era la comercial que todo el mundo escuchaba pasando por la decoración del lugar que era bastante sugerente y ecléctica y por supuesto la gente que tenía un rollo bastante diferente al de la "gentita" que uno normalmente encuentra en cualquier "point" limeño. Dicen que uno se transforma en una discoteca,pienso que en Bauhaus uno más bien se encontraba a si mismo al influjo de un ambiente tan especial. Para los que gustan de la buena música y piensan que los 80´s no son solo las 20 canciones simplonas que pasan machaconamente por Radio Oxigeno les recomiendo el siguiente link: www.bauhauslima.blogspot.com, allí encontrarán una reseña de la historia de la discoteca a cargo de Eduardo Lenti(DJ histórico del lugar) y gracias a su dedicación una interesantísima lista con las 300 canciones mas tocadas en la discoteca. El video que acompaña este post pertenece a una de las canciones emblemáticas del sitio y una de mis favoritas,ojalá que lo disfruten.

Se me hace tarde y mañana me debo levantar temprano. Que diferencia con aquellos días en que tarde y temprano no eran antónimos sino significaban exactamente lo mismo. Un millón de puntos en el viejómetro carajo,no nos ganan!