El Urbanito

Yo no sé cuando dejé de decirte "mamá".Me es más difícil recordar aún en que momento te dije "mami" o "mamita".Mis recuerdos de infancia son apretados,algo borrosos y por demás difusos.Un matrimonio de profesores con 3 hijos hombres a los que no se les ocurre mejor idea que agregarle un 6to integrante a la familia luego de varios años para achicar presupuestos y agrandar estrecheces.Los veranos interminables en donde nos quedábamos encerrados en la casa escuchando música,organizando interminables partidos de fulbito en el comedor,destrozando todos tus vasos,platos,focos y recuerdos de matrimonio y renegando contra las lecturas que mi padre nos obligaba a revisar mientras que todos los demás amigos nuestros estaban gozando del sol,de las bicicletas y de algo que de ser un bien esquivo se convirtió en una necesidad impostergable para nosotros e inexplicable para tí:el poder salir de casa para hacer lo que nos diera en gana.

No sé si es injusto que lo diga cuando poco o nada es lo que recuerdo de esa época.Dices que mi padre era muy cariñoso con nosotros cuando pequeños y la imagen más vívida de esos años (y que me acompañó hasta el día en que me fuí de la casa) es la de una persona dura e inflexible.La misma fama que tenías tu en las aulas y que cambiabas por reconvenciones cariñosas y abrazos en casa.Te recuerdo protectora,incansable,jodida cuando no te hacíamos caso y con una alegría distante y postergada.Quizás la noción del deber te jodió bastante la vida.La mayor de 8 hermanos,la más responsable de la familia,la nro 1 de su clase,la nro 1 de su promoción de la universidad,la primera hija que trabajó para dar íntegramente su dinero en casa pues el abuelo era en realidad un soñador empedernido.Demasiadas responsabilidades te terminaron consumiendo tiempo,vida y alegría.

Tus primeros años de matrimonio también fueron duros.Tres hijos seguidos,dos trabajos,y encima seguir apoyando a los hermanos chicos que todavía necesitaban un empujón para terminar el colegio o sus carreras.Levantarse a las 5:30,cocinar,alistarnos para el colegio,servirnos el desayuno,despacharnos sin novedad,alistarte para el trabajo,salir a respirar tiza o a pelearte con los cachacos de mierda del ministerio de educación,regresar a la hora de almuerzo,dejar todo en orden,volver al trabajo,terminar como a las 7 de la noche,retornar para revisarnos las tareas,acostarnos,atender a tu marido y luego a corregir tareas o exámenes.Tu prendías y apagabas la luz de la casa.A que hora te dedicabas a tí? En que momento eras feliz? Quien se ocupaba de tus penas,querencias,problemas,dudas y preocupaciones?

Rápidamente fuimos creciendo y me dí cuenta que en tí no iba a encontrar a la madre melosa,cariñosísima y expresiva que tenían otros amigos.Tu alegría era distante y tu ternura andaba de paseo.Lo tuyo era el deber,el sacrificio por los hijos(habrá valido la pena cambiar tu vida por la nuestra?)y el evitar que nuestro padre nos termine de arruinar la infancia con su inflexibilidad en la educación y en el trato.Recuerdas cuando nos llevaste a hacer la primera comunión a escondidas del ateo del viejo y te comiste todo el escándalo que armó cuando se dió cuenta? Y las interminables discusiones que se armaban por estar en un colegio religioso?Y las veces que nos rescataste a mitad de una soberana paliza? No nos apapachabas, te bastaba saber que estábamos a salvo del correazo.

Con los años tu y yo descubrimos que teníamos muchas cosas en común.Mi hermano mayor y el que me sigue eran algo distantes y demasiado vagos.Yo en cambio te hacía caso porque pensaba que si me portaba bien me iban a dejar salir a la calle sin problemas.Recuerdo que me encargabas la casa y te ibas tranquila sabiendo que podía hacerlas cosas medianamente bien.Siempre te despedías al ultimo de mí y no me abrazabas ni me decías que me ibas a extrañar;tan solo me decías dándome un formal beso en la frente:"chao hijito,mucho juicio,cuida a tus hermanos y la casa".

Quizás a partir de la adolescencia fue que nuestros lazos se estrecharon más.Me buscabas para conversar,me contabas cosas que ni siquiera se las contabas a mi padre.Yo no te hablaba nada de mi vida,mis problemas eran insignificantes comparados con las complicaciones de tu trabajo,las enfermedades de mi abuelo,los devaneos de mi padre;poco te faltaba para cargar el mundo en tus hombros y tu seguías adelante porque el deber y la familia para tí eran lo prioritario.Tanto valíamos la pena nosotros? Es comprensible sacrificar una vida, tu única vida,en nombre del bienestar de 5 hombres que te han dado cariño y ternura a cuentagotas? Porque vendiste tus vacaciones para que yo me pueda ir de viaje de promoción,rompiste tus ahorros con los que ibas a dar la cuota inicial de un auto para que pueda quedarme más tiempo en Alemania,dictabas cursos de verano en la Universidad para que los dos últimos hermanos puedan completar sus estudios.Siempre me decías que una buena educación nos iba a transformar la vida.Y vaya que si lo hizo pero a que precio vieja,que maldito precio el que terminaste pagando.Encima te haz jodido la vida por mí y no te digo mamá.Te digo gorda(con cariño medido,maldita sea) o te llamo por tu nombre,o te digo "vieja"cuando me pongo serio pero me cuesta demasiado decirte madre.

Será porque cuando me fuí de casa para casarme recién pude darme cuenta de todas las cosas que habías tenido que hacer para tener a tu familia unida.De todos los sapos que te habías tenido que tragar para que pudiésemos crecer dentro de un ambiente medianamente funcional.Y no tuve paciencia para comprender las razones que te habían llevado a postergar tus anhelos en beneficio del cumplimiento de los nuestros.Te critiqué abiertamente,te enrostré lo pusilánime que eras para enfrentar los berrinches de mi padre y hasta te recomendé que te divorcies de una buena vez para que empieces a vivir una vida dedicada a tí misma.Te molestaste conmigo por hablarte así y nos distanciamos un tiempo.Luego me buscaste ,nos abrazamos y me pedías no solamente que te comprenda sino también que me diese tiempo para conversar contigo como lo hacíamos antes y que volviese a ser el secretario de todas tus desdichas. Mi excusa para no hacerlo eran los viajes y la falta de tiempo;mi razón verdadera era la cólera que me daba el que tu misma no pudieses solucionar tus problemas.Tampoco era tu culpa,debo reconocer, pues en ese molde arcaico te criaron.Quizás nunca escuchaste a Sartre decir que no importaba lo que habían hecho contigo sino lo que tu habías hecho con lo que habían hecho de tí.

Con los hijos comencé a entender algunas de tus razones.Y créeme que me preocupo todos los días -así este a veces dormido cuando ellos salen al colegio- de abrazarlos y decirles que los quiero mucho.Como me hubiese gustado que me lo digas siempre.Como sé que ahora, a tus 66 años, me lo dices sin mediar palabra alguna cuando me ves cada dos semanas y me abrazas buscando el cariño,la ternura y todo el tiempo que nos robaron las circunstancias de la vida,tu increíble noción del deber y mi sempiterna tozudez.

Y cada vez que estas a punto de cumplir años - como ahora- y que me alegra saber que a pesar del inmenso trajín sigues fuerte y sana me cuestiono esta extraña relación que tenemos.Tu sacrificio me abrió muchas puertas en la vida y sin embargo me cuesta mucho encontrar el pequeñísimo espacio por donde pueda volver al tiempo en el que no eramos tan distantes ni extraños.Y aunque ya no te juzgo ni te critico me sigue costando aceptar que tu vida transcurrió viviendo para otros y postergando tus propias ambiciones.

Celebra cada aniversario vieja.Sé que muy pronto la vida nos va a dar el momento para poder volver a abrazarnos sin cuestionamientos ni condiciones.Y aunque nada nos devolverá la alegría que perdimos entre nosotros bastará con hacerte saber que ninguno de tus esfuerzos fue en vano.Te quiero mucho gorda,siempre.


Mi madre y su suegra en 1964