El Urbanito

Crónicas de lo que sucede alrededor nuestro y eventualmente de lo que sucede en mi interior.




Un cuento de Navidad


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There are three stages of man: he believes in Santa Claus; he does not believe in Santa Claus; he is Santa Claus.
Bob Phillips

Encontrar palabras que no sean trilladas en estas fechas es poco probable. Por eso recurrí a una frase que grafica muy bien el sentido que le podemos encontrar a una fecha como esta: el creer que podemos encontrar dentro de nosotros el verdadero significado de esta fiesta.

Les deseo a todos los miembros de la blogósfera una Feliz Navidad.Incluyo a los que me caen hasta el culantro. A los que conozco virtualmente les deseo que pasen una noche inolvidable,estén donde estén,solos,con familia o trabajando.A los que por diversos motivos se encuentran alejados de su país y de su familia les envío un especial saludo, en estas circunstancias es que uno precisamente aprende a valorar más la Navidad al compartirla en ámbitos diferentes y novedosos.Y aunque a las 12 se nos haga un pequeño nudo al recordar a nuestras familias piensen que el corazón y las querencias no admiten distancias,tan solo afectos.

Y a todos los que he tenido el privilegio de conocer personalmente y de gozar de su amistad les envío un fuerte abrazo y miles de besos según sea el caso. En este año,además de conservar la salud y el afecto de mi familia nada mejor le puedo agradecer a la vida que el haber conocido a gente tan especial.Los quiero mucho y créanme que considero el haberlos conocido como un verdadero regalazo.

Los dejo con un cuento alusivo a la fecha de uno de mis escritores favoritos,Oscar Wilde.Lo he leído mil veces y cada vez me gusta más.

Feliz Navidad!!!!!!!!!!!!

El Gigante Egoísta - Oscar Wilde


Todas las tardes, a la salida de la escuela, los niños se habían acostumbrado a ir a jugar al jardín del gigante. Era un jardín grande y hermoso, cubierto de verde y suave césped. Dispersas sobre la hierba brillaban bellas flores como estrellas, y había una docena de melocotones que, en primavera, se cubrían de delicados capullos rosados, y en otoño daban sabroso fruto.

Los pájaros se posaban en los árboles y cantaban tan deliciosamente que los niños interrumpían sus juegos para escucharlos.

-¡Qué felices somos aquí!- se gritaban unos a otros.

Un día el gigante regresó. Había ido a visitar a su amigo, el ogro de Cornualles, y permaneció con él durante siete años. Transcurridos los siete años, había dicho todo lo que tenía que decir, pues su conversación era limitada, y decidió volver a su castillo. Al llegar vio a los niños jugando en el jardín.

-¿Qué estáis haciendo aquí?- les gritó con voz agria. Y los niños salieron corriendo.

-Mi jardín es mi jardín- dijo el gigante.Ya es hora de que lo entendáis, y no voy a permitir que nadie mas que yo juegue en él.

Entonces construyó un alto muro alrededor y puso este cartel:

Prohibida la entrada.
Los transgresores serán
procesados judicialmente.

Era un gigante muy egoísta.

Los pobres niños no tenían ahora donde jugar.

Trataron de hacerlo en la carretera, pero la carretera estaba llena de polvo y agudas piedras, y no les gustó.

Se acostumbraron a vagar, una vez terminadas sus lecciones, alrededor del alto muro, para hablar del hermoso jardín que había al otro lado.

-¡Que felices éramos allí!- se decían unos a otros.

Entonces llegó la primavera y todo el país se llenó de capullos y pajaritos. Solo en el jardín del gigante egoísta continuaba el invierno.

Los pájaros no se preocupaban de cantar en él desde que no había niños, y los árboles se olvidaban de florecer. Solo una bonita flor levantó su cabeza entre el césped, pero cuando vio el cartel se entristeció tanto, pensando en los niños, que se dejó caer otra vez en tierra y se echó a dormir.

Los únicos complacidos eran la Nieve y el Hielo.

-La primavera se ha olvidado de este jardín- gritaban. -Podremos vivir aquí durante todo el año

La Nieve cubrió todo el césped con su manto blanco y el Hielo pintó de plata todos los árboles. Entonces invitaron al viento del Norte a pasar una temporada con ellos, y el Viento aceptó.

Llegó envuelto en pieles y aullaba todo el día por el jardín, derribando los capuchones de la chimeneas.

-Este es un sitio delicioso- decía. -Tendremos que invitar al Granizo a visitarnos.

Y llegó el Granizo. Cada día durante tres horas tocaba el tambor sobre el tejado del castillo, hasta que rompió la mayoría de las pizarras, y entonces se puso a dar vueltas alrededor del jardín corriendo lo más veloz que pudo. Vestía de gris y su aliento era como el hielo.

-No puedo comprender como la primavera tarda tanto en llegar- decía el gigante egoísta, al asomarse a la ventana y ver su jardín blanco y frío. -¡Espero que este tiempo cambiará!

Pero la primavera no llegó, y el verano tampoco. El otoño dio dorados frutos a todos los jardines, pero al jardín del gigante no le dio ninguno.

-Es demasiado egoísta- se dijo.

Así pues, siempre era invierno en casa del gigante y el Viento del Norte, el Hielo, el Granizo y la Nieve danzaban entre los árboles.

Una mañana el gigante yacía despierto en su cama, cuando oyó una música deliciosa. Sonaba tan dulcemente en sus oídos que creyó sería el rey de los músicos que pasaba por allí. En realidad solo era un jilguerillo que cantaba ante su ventana, pero hacía tanto tiempo que no oía cantar un pájaro en su jardín, que le pareció la música más bella del mundo. Entonces el Granizo dejó de bailar sobre su cabeza, el Viento del Norte dejó de rugir, y un delicado perfume llegó hasta él, a través de la ventana abierta.

-Creo que, por fin, ha llegado la primavera- dijo el gigante; y saltando de la cama miró el exterior. ¿Qué es lo que vio?

Vio un espectáculo maravilloso. Por una brecha abierta en el muro los niños habían penetrado en el jardín, habían subido a los árboles y estaban sentados en sus ramas. En todos los árboles que estaban al alcance de su vista, había un niño. Y los árboles se sentían tan dichosos de volver a tener consigo a los niños, que se habían cubierto de capullos y agitaban suavemente sus brazos sobre las cabezas de los pequeños.

Los pájaros revoloteaban y parloteaban con deleite, y las flores reían irguiendo sus cabezas sobre el césped. Era una escena encantadora. Sólo en un rincón continuaba siendo invierno. Era el rincón más apartado del jardín, y allí se encontraba un niño muy pequeño. Tan pequeño era, no podía alcanzar las ramas del árbol, y daba vueltas a su alrededor llorando amargamente. El pobre árbol seguía aún cubierto de hielo y nieve, y el Viento del Norte soplaba y rugía en torno a él.

-¡Sube, pequeño!- decía el árbol, y le tendía sus ramas tan bajo como podía; pero el niño era demasiado pequeño. El corazón del gigante se enterneció al contemplar ese espectáculo.

-¡Qué egoísta he sido- se dijo. -Ahora comprendo por qué la primavera no ha venido hasta aquí. Voy a colocar al pobre pequeño sobre la copa del árbol, derribaré el muro y mi jardín será el parque de recreo de los niños para siempre.

Estaba verdaderamente apenado por lo que había hecho.

Se precipitó escaleras abajo, abrió la puerta principal con toda suavidad y salió al jardín.

Pero los niños quedaron tan asustados cuando lo vieron, que huyeron corriendo, y en el jardín volvió a ser invierno.

Sólo el niño pequeño no corrió, pues sus ojos estaban tan llenos de lágrimas, que no vio acercarse al gigante. Y el gigante se deslizó por su espalda, lo cogió cariñosamente en su mano y lo colocó sobre el árbol. El árbol floreció inmediatamente, los pájaros fueron a cantar en él, y el niño extendió sus bracitos, rodeó con ellos el cuello del gigante y le besó.

Cuando los otros niños vieron que el gigante ya no era malo, volvieron corriendo y la primavera volvió con ellos.

-Desde ahora, este es vuestro jardín, queridos niños- dijo el gigante, y cogiendo una gran hacha derribó el muro. Y cuando al mediodía pasó la gente, yendo al mercado, encontraron al gigante jugando con los niños en el más hermoso de los jardines que jamás habían visto.

Durante todo el día estuvieron jugando y al atardecer fueron a despedirse del gigante.

-Pero, ¿dónde está vuestro pequeño compañero, el niño que subí al árbol?- preguntó.

El gigante era a este al que más quería, porque lo había besado.

-No sabemos contestaron los niños- se ha marchado.

-Debéis decirle que venga mañana sin falta- dijo el gigante.

Pero los niños dijeron que no sabían donde vivía y nunca antes lo habían visto. El gigante se quedó muy triste.

Todas las tardes, cuando terminaba la escuela, los niños iban y jugaban con el gigante. Pero al niño pequeño, que tanto quería el gigante, no se le volvió a ver. El gigante era muy bondadoso con todos los niños pero echaba de menos a su primer amiguito y a menudo hablaba de él.

-¡Cuánto me gustaría verlo!- solía decir.

Los años transcurrieron y el gigante envejeció mucho y cada vez estaba más débil. Ya no podía tomar parte en los juegos; sentado en un gran sillón veía jugar a los niños y admiraba su jardín.

-Tengo muchas flores hermosas- decía, pero los niños son las flores más bellas.

Una mañana invernal miró por la ventana, mientras se estaba vistiendo. Ya no detestaba el invierno, pues sabía que no es sino la primavera adormecida y el reposo de las flores.

De pronto se frotó los ojos atónito y miró y remiró. Verdaderamente era una visión maravillosa. En el más alejado rincón del jardín había un árbol completamente cubierto de hermosos capullos blancos. Sus ramas eran doradas, frutos de plata colgaban de ellas y debajo, de pie, estaba el pequeño al que tanto quiso.

El gigante corrió escaleras abajo con gran alegría y salió al jardín. Corrió precipitadamente por el césped y llegó cerca del niño. Cuando estuvo junto a él, su cara enrojeció de cólera y exclamó:

- ¿Quién se atrevió a herirte?- Pues en las palmas de sus manos se veían las señales de dos clavos, y las mismas señales se veían en los piececitos.

-¿Quién se ha atrevido a herirte?- gritó el gigante. -Dímelo para que pueda coger mi espada y matarle.

-No- replicó el niño, pues estas son las heridas del amor.

-¿Quién eres?- dijo el gigante; y un extraño temor lo invadió, haciéndole caer de rodillas ante el pequeño.

Y el niño sonrió al gigante y le dijo:

-Una vez me dejaste jugar en tu jardín, hoy vendrás conmigo a mi jardín, que es el Paraíso.

Y cuando llegaron los niños aquella tarde, encontraron al gigante tendido, muerto, bajo el árbol, todo cubierto de capullos blancos.


18 Responses to “Un cuento de Navidad”

  1. Blogger monich 

    Muchas felicidades para ti también mi queridísimo Schatz, de parte de la culpable de tu blog. Un placer conocerte además en el mundo real mi querido sibarita empedernido.

    Besos

  2. Blogger Gise 

    Por eso amo la Navidad!!!
    Todos son un poco más buenos.
    Esta época es para pasarla en familia. No tanto con los regalos. Si no para valorar a las personas que tenemos al lado. Y para empalagar de besos y abrazos a los cachorros!!.

  3. Anonymous Anónimo 

    yo no habia leido este cuento antes

    gracias por ponerlo

    un abrazo

  4. Blogger Ursula 

    De niña tenía un libro de cuentos de Oscar Wilde que releí varias veces. Dentro de los cuentos el que más me gustaba era el del Gigante Egoísta, gracias por hacérmelo recordar, hace muchos años que no lo leía. Que tengas la más linda de las navidades Schatz y que todo sea felicidad para tí porque te lo mereces.
    Un besote.

  5. Blogger schatz67 

    Mónica,
    Que bueno verte de nuevo por aquí!!!!Andabas medio perdida últimamente.
    La próxima vez que me digan que este blog es engordante e hipercalórico ya sé a quien echarle la culpa:a la marinovia que me animo a abrir un blog en lugar de estar colgando posts en...el marinovio.
    Un gran abrazo y un besote,espero que la Navidad y el nuevo año te traigan todo lo que anhelas y esperas.
    Gigi,
    Tienes razón,hasta yo me vuelvo medio bueno.En cuanto a los cachorros,que difícil es hacerles entender el sentido de las cosas cuando toda la familia los atiborra de regalos!!!! Feliz Navidad para tí,para tu naranjo y para los cachorros.
    Tizia,
    Soy parte de tu equipo pues sino existiese Santa te aseguro que lo hubiesemos inventado.Ese afán de creer en lo esencial e imperceptible es lo que nos protege de la realidad algo tirana.Ich wusste nicht dass Du so gut deutsch sprechen könntest.Frohe Weihnachten und ein Glückliches Neues Jahr auch!!!!
    Atleta,
    Wilde es uno de los escritores más exquisitos que la lengua de Shakespeare ha aportado al mundo.Mucha gente no se acerca por puro prejuicio al buen Oscar pero te aseguro que si lees "De Profundis" por ejemplo te quedas asombrado de la excelencia de su prosa.Me agrada que te haya gustado,creo que debería escribir menos de comida y comentar este tipo de textos.Un fuerte abrazo para tí y Feliz Navidad.

    Ñami Ñami,
    Algunos dicen que las relecturas de los textos que nos han dejado cierta huella en algun momento de la vida son los placeres más exquisitos.Me da mucho gusto que el texto te haya hecho acordar tu infancia.
    Y te envío un abrazo desde aquí,espero que con Augusto pasen una Navidad muy especial.La felicidad,para merecerse,debe perseguirse y anhelarse con alma y corazón tal como lo haz hecho siempre.

    Un abrazo a todos

    Schatz

  6. Blogger darling 

    Sobre la 1era parte de tu post: el placer ha sido todo tuyo. (¡Mentira!)

    Sobre el cuento de Wilde también es uno de mis favoritos. Hace tiempo no lo leía. Gracias, un lindo regalo.

  7. Blogger Peruaner brauchen Dich! 

    Schatz! Una muy feliz Navidad para tí y tu familia también, y un excelente 2007. Con carinho, Maria Elena

  8. Anonymous Anónimo 

    A eso le llamo espíritu navideño :-D

    Lo que es yo, con tanto panetón que me estoy empujando, no hay dieta que aguante. Peor desde mañana: pavo hasta después de Año Nuevo.

    Te cuento que para estar más a tono, por fin conseguí la tan buscada grabación de los Wiener Sängerknaben (los Niños Cantores de Viena), cantando música de Navidad con la Sinfónica de Londres. Me alucino rodeada de angelitos...

    Gracias, E-Mule... y gracias Schatzie por el dato de buscar lo que sea en el E-Mule!!!

    FELIZ NAVIDAD SCHATZIE!!!

  9. Blogger Angélica Camacho 

    Ahora solo estoy de pasada querido Schatz por eso no puedo comentar el cuento (no lo leí aún)... pero prometo hacerlo.
    Quería dejarte mis saludos navideños. Que tengas un gran día junto a los tuyos, se feliz, la mejor Navidad para ti.

    Besotes

  10. Blogger gamma-normids 

    no puedo leer el cuento porque me hace sentir un poquitin nostalgica, pero si lo conozco. AL menos en esta epoca todos tratamos de ser algo mejorcito. Algunos lo logran :)

    Un besote para ti.

    (PD: el kish creyo que tu papa noel en la chimenea era un conejo :S)

  11. Blogger jocho 

    siempre me ha encantado ese cuento

    feliz navidad y año nuevo schatz!!!

  12. Blogger Dragón del 96 

    Habla Schatz

    Psaba a dejar mi huella por las fiestas, es que extrañamente ahora ando feliz (y no he tomado ni fumado nada aun)

    Feliz navidad, amigo.

    Slaudos navideños.

  13. Blogger Pan 

    Una muy feliz navidad amigo Schatz. Que Dios bendiga tu hogar.

  14. Blogger Blank 

    Schatzi, deseo que tus navidades sean bendecidas con momentos felices junto a tu familia. Y que en el 2007 sigas compartiendo con nosotros tus fieles lectores tus textos tan bien narrados. El Che te manda sus mejores deseos tambien, el disfruta de tu escritura tambien. Besos!

  15. Blogger schatz67 

    Darling,
    Convengamos en que el gusto ha sido mutuo.Nadie pierde y creo que ambos nos ganamos alguito no?

    Angélica,
    Gracias por los saludos navideños.Y en eso ando,tratando de ser feliz en días adicionales a la Navidad.

    Gamma,
    Me imagino que el Kish a estas alturas debe estar más feliz que un perro con dos colitas.Y espero que tú llegues a estar más feliz que Paris Hilton en plena tarde de shopping.Te gusto mi ejemplo fashion? Un besote para tí Gamma y un abrazo para el Kish de su tío Kitsch.

    Jocho,
    He tratado de dejarte comments en tu blog pero me he encontrado que tus blogs son más numerosos que las camisas de Montesinos.De cualquier forma te envío un abrazo y un gran saludo navideño.

    Tragón,
    Habrás estado en curiosa e inusual abstinencia pero me imagino que la Navidad la debes haber festejado con todo.Pásala bien en familia y con FD96 y que comas rico en esa y muchas noches más.

    Gato,
    Gracias por tus buenos deseos,los cuales replico para tí y toda tu familia.Saludos cariñosos de la Gata Kata.

    JC,
    Una visita siempre esperada y bienvenida en este blog.La hemos pasado lindo en familia y que no te quepa ninguna duda que el 2007 estaremos más activos en la blogósfera(a pesar de Blogger!!)
    Dale un abrazo de mi parte al Che y dile que me guarde unas empanadas fritas.No te morfes todo cheeeeee!!!!!!!!

    Un abrazo

    Schatz

  16. Blogger Dragón del 96 

    Recien he leido el cuento con calma, no lo conocía, pero me adelanté al final.

    Me imaginé al gigante muerto pues... que cuento no mata gigantes.

    Slaudos navideños y gracias por los saludos.

  17. Blogger Angélica Camacho 

    Es un cuento precioso, se lo contaré a mi ahijado-sobrino en cuanto pueda, él tiene tanta imaginación que es capaz de hacerle la segunda parte. Tengo que conseguirme los cuentos completos de Wilde. Me hace falta.

    Saludotes

  18. Anonymous Anónimo 

    hola que mierda hicistes aparte de el gigante ?
    chau

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