El Urbanito

Crónicas de lo que sucede alrededor nuestro y eventualmente de lo que sucede en mi interior.

Tiempo

Published viernes, julio 14, 2017 by schatz67 | E-mail this post

Quiero agradecer de todo corazón, a nombre de mi madre y de mis hermanos todo el cariño y el afecto que hemos recibido abrumadoramente durante todo este difícil proceso. Y quisiera compartir brevemente con ustedes lo que sentimos en este momento. Hace muchos años estaba en un campamento con mis tíos y primos maternos. Para un niño de 8 años tenía que ser una situación de ensueño. Pero para mí en ese momento todo era angustia. Preso de mi curiosidad había descubierto entre los libros de mi padre algunos textos que revelaban, con mucha claridad, que nosotros éramos simples mortales y que nada era eterno. Lo único que yo quería era regresar a casa y conversar con mi padre. Y estaba tan empecinado en lograrlo que finalmente me devolvieron a nuestra casa en Magdalena. Allí, en un momento a solas con mi padre le pregunté: “Papá, qué va a pasar cuando tu te mueras?” Mi padre sonrió tranquilamente y con mucha paciencia me explicó , en palabras sencillas, el sentido de nuestra existencia. Que todos en la vida teníamos un propósito y que él suyo era criar a sus hijos y luego los roles tendrían que trasladarse. Pero que para eso todavía faltaba mucho. Y que esa era la historia del mundo y el sentido de la vida: dejar un legado y mejorar el mundo para los que vienen.

Mi padre confiaba durante su enfermedad que las cosas se podían revertir. Pero hace unos días nos tocó decirle que no había camino de regreso. Y nos tocó explicarle a él lo que iba a suceder cuando ya no estuviese. Que se podía ir tranquilo pues íbamos a permanecer unidos, al lado de mi madre. Que íbamos a tratar de criar bien a nuestros hijos. Y que la fiesta de la familia iba a seguir como lo deseaba él y siempre lo íbamos a recordar con alegría , como a todos nos gustaría ser siempre recordados. Creo que no hay mejor manera de despedirlo que mediante un poema que le gustaba mucho y que espero les pueda transmitir la tranquilidad con la que el parte hoy:

EN PAZ / Amado Nervo

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas. ...

Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
más no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

22-06-2016