El Urbanito

Crónicas de lo que sucede alrededor nuestro y eventualmente de lo que sucede en mi interior.




Mundial,Fútbol y Mujeres


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I spent a lot of my Money on booze, birds and fast cars. The rest I just squandered. George Best, famoso futbolista irlandés.

Dos de los principales intereses en mi vida siempre han estado yuxtapuestos: El fútbol y las mujeres. Siempre juntos, entremezclados, en una especie de simbiosis que curiosamente no ayudaba a ninguno de los dos, solamente a mí. Debo reconocer que he sido un futbolista más talentoso que entusiasta y como Casanova siempre he andado al debe, nunca al haber. Pero igual, hasta mediados de los 90 vivía apasionado por ambos temas, vamos, que la falta de pericia en las prácticas deportivas o aproximaciones afectivas no quita que uno pueda apasionarse y abrazar causas y aficiones que más temprano que tarde le tirarán un portazo en la cara.

Hagamos un pequeño racconto para aclarar esta tortuosa relación. Cuando estaba a punto de entrar a la adolescencia (1980) me dí cuenta que tenía muchas cosas bonitas (e importantes, desde mi perspectiva) que decirles a las chicas. Lo malo radicaba en que estas no estaban dispuestas a escuchar, en otras palabras, los chicos de la misma edad no les interesaban, les gustaban más guapos, altos y mayores, éramos unos mocosos de miércoles y punto. Leyes de la vida que le dicen, que uno aprende cuando ya no las necesita. Así que escribí todas las cosas que se me habían ocurrido -o quería replicar al influjo de muchas lecturas- y me dedique al deporte y al estudio en alma corazón y vida. Trotes interminables, partidos de fútbol por doquier y sesiones maratónicas de lectura y estudio para ahuyentar las malas ideas y los espíritus cochambrosos.

A mediados de 1982 la dedicación al deporte, al estudio y al buen bitute me volvieron una suerte de Robocop adolescente. Llegué al 1.83, era el más alto de mi clase y los demonios adolescentes y hormonales habían tomado posesión de algunas partes de mi cuerpo aunque el cerebro seguía como territorio inexpugnable consignado a los dos intereses primordiales en mi vida (que novedad): El deporte y el estudio. Sin embargo los diablillos y las inquietudes se encargaron de hacer su trabajo en forma más que eficiente y en ese año trasnoché y me tomé hasta las molestias en mi viaje de promoción, los fines de semana éramos habitúes de fiestas (con o sin invitación), empecé con el vicio de aunar el consumo sabatino de cerveza con un par de puchos y consumamos la trasgresión con dos o tres incursiones burdeleras que tuvieron más de anecdótico que de placentero.

A pesar de los cambios que el tiempo y la naturaleza se encargaron de incorporar a la rutina diaria, el deporte (a traves del fútbol, como no) seguía omnipresente e influyente. Si el domingo tenía algún campeonato, el sábado no me juergueaba, si en la semana tenía que entrenar, se cancelaba cualquier reuna de amigos. Cuando ingresé a la Universidad la cosa empeoró. Jugaba en el equipo de fulbito de mi año, en la selección de la facultad y era un suplente cumplidor en la selección de la universidad, además de delegado del Club de Fútbol. Una enamorada muy buena gente con la que estaba ya casi un año me metió una patada en el orto cuando la dejé plantada en un feriado por jugar el campeonato ínter colleras de la facultad. Lo más grave es que cuando me lo comunicó me alegré de sobremanera pues ahora disponía de más tiempo… para entrenar y jugar fútbol. Y así seguía la vida, jugando todos los fines de semana en cuanta cancha de fútbol o fulbito había a lo largo y ancho de Lima, viajando a torneos ínter universitarios, yendo al estadio a hinchar por Alianza, completamente extasiado e hipnotizado durante los mundiales de fútbol .Al igual que en la propaganda, era la mejor comprobación que podía subsistir viviendo, comiendo y respirando fútbol.

Notaba que las mujeres eran una peligrosa intrusión en nuestro cerrado ambiente de camaradería deportiva pues los amigos que jugaban y sucumbían a los encantos femeninos tenían menos tiempo para entrenar, menos disposición para jugar al límite y tarde o temprano alejaban a los recientemente captados de nuestra cofradía futbolera. Más temprano que tarde, yo caí en las mismas redes con una enamorada medio cucufata cuyos padres solo la dejaban salir al cine por lo cual no estaba en manos de alguien absorbente cuya atención demandaba mucho tiempo. El tiempo se encargó de acabar con esta relación (que sorprendentemente duró casi 4 años) y de aminorar mi fiebre deportiva, lo cual coincidió con mi ingreso al campo laboral. Seguía jugando, aunque solo en algún equipo de liga o en pichangas informales con los amigos. Me dedicaba mucho al trabajo y en el poco tiempo que me quedaba le seguía tratando de dar duro al deporte pero siempre tenía la curiosidad de saber si era posible compatibilizar al fútbol con las mujeres en forma armoniosa y equilibrada.

Lo mío era un exceso, más que obvio, flagrante. Pero porque no se podía llegar siquiera a un punto medio en el que se pudiesen compatibilizar ambos intereses tan caros y preciados para el hombre y tan inmiscibles como agua y aceite? Porque a los hombres que nos gustaba tanto el fútbol nos atraían las mujeres que particularmente lo detestaban o que simple y llanamente no sabían nada de él? Lo juro, nunca he estado de enamorado, novio o marinovio con una mujer que guste del fútbol. Claro que las he conocido, hasta el equipo más humilde de Corochochay tiene a algun minúsculo sector de groupies. Pero por alguna extraña razón o circunstancia nunca llegué a algo serio con alguna de estas admiradoras de la pelotita, nunca llegué a concretar algo más estable y duradero que un “choque y fuga”.Si alguna vez guardé la aspiración no confesada de alcanzar el sueño de la aficionada propia, esta nunca se pudo concretar por falta de postores calificados.Las relaciones duraderas,tormentosas,gratificantes y placenteras las tuve con enemigas declaradas del balompié.

Haciendo memoria, quizás Ana María, con quien estuve del 91 al 93 toleró con buena onda e infinita paciencia mis devaneos futbolísticos. Pero igual, de enamorados no pasamos y las dos personas con las que mas seriamente me he involucrado, mi primera esposa y la actual no tenían la menor idea de fútbol y detestaban el tiempo que le dedicaba en perjuicio del tiempo compartido en pareja. En todo caso, creo que N ha sabido aceptar que el fútbol no solamente es una afición inofensiva sino que ha sido sustituida en su forma práctica por una dedicación absolutamente laboral.

Curiosamente, al ser un medio de vida tengo licencia para ver todos los partidos que quiera, disfrutar de mi TV propia (prometimos al iniciar que solo habría una TV en la casa), ir al estadio cuantas veces sea necesario, ausentarme sábados y domingos en la mañana a espectar partidos juveniles y a viajar por doquier organizando ventas, haciendo vida social dentro del ámbito futbolístico y tratando de materializar proyectos. Alterno con jugadores conocidos o famosos, disfruto de las gollerías que ofrece dicho deporte como medio socializante desde el momento en que todos quieren saber que come y que piensa el ídolo mediático y sin embargo, a pesar que mi trabajo me gusta, no me causa el mismo placer que me provocaba el practicarlo en forma amateur y entusiasta en mis años juveniles. Me he vuelto una suerte de ginecólogo en mi propio ámbito, ya no me divierto donde trabajo.

Paradójicamente, en nuestros días, sin haberse resuelto completamente el conflicto doméstico que significa la intromisión del fútbol en la vida conyugal, el fútbol y las mujeres representan en cierto grado a dos términos de una ecuación exacta. Los futbolistas más famosos son los dictadores de la moda, son perseguidos por las mujeres más bellas (hasta en nuestro paupérrimo medio, aunque reconozcamos que no es lo mismo que te persiga Helena Skleranikova que Tula Rodríguez), hay muchas mujeres que comentan, reportean y escriben sobre fútbol y ya no sorprende a nadie ver a una árbitro mujer dirigiendo un partido de primera división. Llegué demasiado temprano a esta vida para no gozar adecuadamente de este equilibrio de fuerzas, a este equiparamiento de participación en una actividad que solía ser exclusivamente masculina? O es que el fútbol, al ser a la larga una parte integral de nuestra vida (o una proyección de esta) no se puede sustraer a una tendencia global y también ha abierto un espacio para el equilibrio de roles de género?

Ayer, durante la recepción que hubo en la casa del embajador alemán en el Perú con ocasión del partido inaugural del mundial me quedé completamente sorprendido. De las 1,200 personas que estábamos al interior de la residencia, un 50 % eran mujeres entusiastas y diligentes que cerveza en mano no querían perderse ni un minuto de la cita futbolística. El coto cerrado que era el fútbol ya no existe como tal y a lo mejor es hora que dejen de existir algunas asociaciones de féminas o amas de casa perjudicadas por el fútbol que llegaron a establecer sus reales en otros países.

Eso sí,debo reconocer amargamente que esta liberación de prejuicios ha llegado un poco tarde a mi vida. Que me hubiese gustado disfrutar de este glasnost futbolístico en mis años mozos, comprobando que nadie me vería con cara de marciano cuando confesaba mi fanatismo absoluto por los actores principales de dicha actividad.

Sin embargo, el hecho de saber que hoy por hoy las mujeres y el fútbol no son tan inmiscibles me da ciertas esperanzas para las generaciones que vienen. Me atrevería a pensar, como no, que los intereses por fútbol y féminas van a poder convivir en forma armoniosa y responsable. Que un súper-evento como el Mundial va a aumentar la sólidez de los vínculos precarios o afianzará las relaciones sólidamente establecidas. Y que en algunas oportunidades, así como uno experimenta un Deja Vú nostálgico por los lugares o personas que ha conocido sin necesidad de desplazarse pueda llegar a esperar que el fútbol me vuelva a prodigar, aunque sea imaginariamente, las alegrías más sanas y delirantes que he tenido la oportunidad de disfrutar en mi vida.

Yours in football

Schatz


15 Responses to “Mundial,Fútbol y Mujeres

  1. Blogger Giancarlo 

    Yo en cambio, soy de aquella rara especie que no encuentra tanto placer en el fútbol como en un buen libro. Un "marciano", que le dicen.

    De pequeño, debo admitir, trataba siempre de ser el cholo Sotil de la cancha, corriendo por toda ella y pateando la bola (con la punta de mis North Star) a donde sea. Pero a los 10-12 años descubrí que tenía dos pies izquierdos y perdí por completo el interés en este deporte, interés que se trasladó íntegro a leer los 200 tomos de las colecciones "Grandes Aventuras" (tapa verde) y "Best Sellers" (tapa roja) que PEISA ponía al mercado semanalmente.

    Desde allí siento más simpatía por un mal escritor que por un buen jugador de fútbol. E imagino seguirá siendo siempre así.

    Yours in reading,

    Giancarlo

  2. Blogger schatz67 

    Hola Giancarlo,

    Yo encuentro placer en ambos,agregando una buena película o a la buena música.Aunque nada es más aburrido e interminable que un mediocre partido de fútbol.

    Es curiosa la relación entre fútbol y literatura.Muchos escritores famosos han sentido una suerte de fascinación por el mundo del fútbol y no ha faltado quien ha mencionado que de no haber sido literato hubiese preferido sido ser un consumado futbolista.

    Con tu mención de las zapatillas North Star,las ediciones populares de Peisa y el "Cholo"Sotil (recuerdas la propaganda de la pelota :"no hombre,al cholo")me voy a bucear en www.arkiv.com, la nostalgia setentera a veces te gana.

    Un abrazo

    Schatz

  3. Blogger Alfredo 

    yo he pasado por todos los lados del futbol

    de no saber ni michi

    a ser hincha

    a hinchar desde la barra brava

    a ser pata de los jugadores

    a ser seleccionado nacional

    a detestarlo

    a olvidarme

    y ahora a acordarme porque empezo el mundial

  4. Blogger monich 

    Bueno, el hecho de que no me guste el fútbol no significa que deje de apreciar a las mujeres que disfrutan segundo a segundo un partido, sobre todo del Mundial. Me parece positivo que un campeonato sea el pretexto para compartir un momento de emoción, algo que escasea en esta sociedad de actividades cada vez más individualistas.
    Lo que me revienta y no logro entender es el fanatismo radical, la asfixiante invasión publicitaria, la absurda imagen del hombre exitoso que te venden los avisos publicitarios, aquel mundo virtual donde reina David Beckham. Aquel mundo simplista donde basta ser feliz teniendo dinero y una mujer guapa al lado. Y lo peor de todo es darte cuenta que aún bastantes machos latinos no toleran siquiera los cuestionamientos al tema ese de la "pasión" futbolera, especie de dogma en algunos pequeños cerebros.

  5. Blogger Isabel Barceló Chico 

    Hola schatz67, yo me cuento entre las mujeres a las que no les gusta el fútbol es decir, entre aquella inmensa mayoría de tus años mozos y la práctica mitad de las féminas de ahora. No le tengo manía, desde luego. Para mí resulta un tanto misteriosa la afición hacia un deporte que puede dejarte absorto y emocionado durante más de 90 minutos sin que se produzca un solo tanto. En cierto modo resulta enternecedor. Por otra parte, comparto la opinión de monich acerca de lo absurdo que resulta que los futbolistas y otros deportistas se hayan convertido en los árbitros sociales de la moda, el gusto, etc. La culpa no la tiene el pobre deporte, desde luego, sino lo simples que hemos llegado a ser. Y, de momento, no se ve el remedio.
    En cualquier caso, me alegra oirte decir que, aunque con algún retraso, se han hecho compatibles tus dos pasiones. No es algo que todo el mundo pueda decir. Saludos y hasta pronto.

  6. Blogger schatz67 

    Hola Monich,

    El problema que tu mencionas es cierto, pero no es circunscrito a los machos latinos, es un problema mundial, te recomiendo que veas una película inglesa muy ilustrativa sobre el tema que se llama "Fever Pitch", te mueres de la risa.

    Coincido contigo en que el fanatismo absoluto, el atosigamiento publicitario y el dogmatismo de mucha gente que no acepta cuestionamientos válidos sobre su obnubilación son verdaderas lacras.Peor aún,cuando en vez de escoger al fútbol como un pretexto para ser feliz lo eligen para descargar sus frustraciones,complejos e inseguridades.

    En lo que menciona Isabel el fútbol es totalmente inocente. En toda la historia del hombre, el fútbol es el fenómeno de entretenimiento de masas más importante del mundo, eso nadie lo puede negar pues para mal o para bien, nadie puede llegar a permanecer indiferente. Y eso mucha gente con espíritu "Marketero" lo ha entendido a la perfección y lo explota a destajo sin ningun tipo de remordimiento.

    En fin, hemos cambiado el "pan et circus" por el "tv and football".Esperemos que la contaminación marketera no manche más la pelota y podamos emocionarnos viendo mundial, así Perú no asista.

    Un abrazo a ambas

    Schatz

  7. Blogger x1 

    Schatz... mi capacidad de coordinación motora para los deportes es inversamente proporcional a tu habilidad narattiva; por tanto estoy en casi nada.

    La verdad me gusta ver futbol, pero nunca lo he practicado y como mencione mi habilidad con los pies es muy limitada (mil veces prefiero el basket).

    Ciertamente, los tiempos han cambiado pues hasta hace unos años mujer y futbol era como mezclar agua y aceite. Aunque ahora veo que mis amigas aceptan más el hecho de ir en mancha a ver un partido... debo reconocer que seguimos siendo los hombre quienes mantenemos la ventaja (diría en un 80% de asistencia).

    Ayer nada más, en el clásico; si bien es cierto estuve en Occidente, no había tan pocas mujeres como podría pensarse. Claro es la minoría de la población la que va a Occidente pero es un buen signo, no?

  8. Blogger schatz67 

    Danza,

    El fútbol puede tener algunos representantes poco civilizados pero debo decirte que tan tribal no es y que además,jugarlo bien, es una labor que no es precisamente para brutos.
    Es obvio que comparado con la fiesta colorida que es el mundial o la Champions League nuestro campeonato local es una furtiva lágrima.Pero en muchos pueblos del Perú, en los locales más alejados,el fútbol es una verdadera pasión y un buen motivo para celebrar, a pesar que no vamos al mundial por la ineptitud de las personas que manejan este deporte en nuestro país(y que son los únicos que van al mundial,en este momento toda la plana mayor de la FPF esta en el mundial).

    Cloud, yo también estuve ayer en el Estadio, en Occidente Alta.Había una gran cantidad de mujeres y de eso me dí cuenta cuando a dos butacas de distancia se acercó Paolo Guerrero a sentarse y se levantaron un montón de chicas para tomarse fotos o pedirle autógrafos.Como bien dices, es un buen signo de estos tiempos.

    Un abrazo/Schatz

  9. Blogger Rolando Escaró 

    vaya forma de unir una pasión,ha sido un viaje por tu tiempo este post, claro y de paso permite ver la importancia del futbol en tu vida, salud por el!

  10. Anonymous Anónimo 

    Para mi no hay nada mejor que ver jugar a Ronaldinho es maravillosa la vitalidad y alegria que le pone al juego.
    Es como si bailara
    Idolo!!!

    Maria Eugenia

  11. Blogger schatz67 

    Hola Maria Eugenia,

    Si yo hubiese nacido a fines de los 90's y mi madre me hubiese preguntado que quisiera ser de grnade yo respondería de inmediato:"Quiero ser como Ronaldinho!"

    Saludos/Schatz

  12. Blogger Ursula 

    Bueno, a mí también me gusta ver el fútbol si se trata del mundial o cuando juega Perú algún partido importante... Lo que no entiendo es la manía que tienen la mayoría de los hombres de hacer zapping y quedarse viendo cuanto resumen futbolero se les aparezca en el camino, así sea de un par de equipos de segunda división de Abu Dhabi... me parece un poco exagerado, pero en fin, nada se puede hacer contra eso...
    Saludos!

  13. Blogger monich 

    jajaja, Ursula, me recuerdas una anécdota: una amiga estaba emocionadísima porque su amigo cariñoso parecía dispuesto a convertirse en pareja formal y en esos afanes la invitó a Buenos Aires. Mi pobre amiga pasó casi todo el tiempo sola recorriendo la ciudad, porque el pinche aburrido se quedaba en el hotel viendo fútbol argentino..La única actividad al aire libre que disfrutaron fue un partido Boca- River (verdadero y principal motivo del viaje!) y el tour obligado a la tienda de souvenirs del Boca y a la calle Caminito donde hay estatuas de Maradona para que los turistas se tomen fotografías!!!..Peor aún, Schatz me aterroriza diciendo que estos especímenes no viven sólo en América Latina...Agárrate Catalina!

  14. Blogger schatz67 

    Ursula,
    Creo que gran parte de las desavenencias conyugales vienen a raíz de la posesión del control remoto.Sobretodo,como bien dices, cuando el hombre quiere ver hasta los goles del Sport Cochahuayco.

    Para evitarme problemas, yo veo el fútbol solo y a diferentes horas cosa que cuando pasan los resumenes en la noche no necesito verlos.Además el ver tanto fútbol me llega a saturar,aunque no lo creas, por lo que trato de ser selectivo para ver donde me enchufo.

    Moni, en la Rubia Albión, el fútbol,más que una pasión...es una religión!!!!!

    Avisada estas

    Schatz

  15. Blogger sandra90 

    creo que lei este articulo algo tarde no crees? jaja
    tengo 17 años, soy aficionada de corazon a este deporte, soy mexicana, y practicaba el futbol con el equipo representativo de la UANL (a nivel preparatoria) lamentablemente se me atravezo otra cosa, odontologia, ahora le dedico todo mi tiempo a mi carrera, y veo muy dificil retomarlo, lastima, porque honestamente a mi me encanta.
    Estoy realizando un trabajo: futbol femenil vs. machismo y me tope con tu articulo, me gusto mucho y quise dejar comentario, apesar de que es un articulo viejo, tenia que dejar mi opinion
    saludos
    desde mexico

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