Crónicas de lo que sucede alrededor nuestro y eventualmente de lo que sucede en mi interior.
Conocer a alguien personalmente luego de haber conversado por teléfono o cambiado correos por un buen tiempo sigue siendo emocionante. Recuerdo cuando tuve la oportunidad de conocer a varios “amigos de carta” en 1987.En esa época solo los conocías por la letra, no había Chat, Messenger, You Tube ni celular, a las justas alguna foto si alguien se atrevía a mandar una. Y esa emoción que a uno lo hacía dormir poco, sudar e imaginar ante el advenimiento de algún encuentro con el tiempo se va controlando y direccionando con una expectativa diferente. Pero igual te entusiasmas. Lo mismo me pasó el viernes con Ana Lucía. Nos conocíamos por el Messenger, por el video del Messenger, por fotos, conocía a su familia etc.etc. pero nunca habíamos tenido la oportunidad de vernos personalmente. La pasamos muy bien con los amigos que salen en la foto y me alegró conocer a una persona que además de ser exactamente igual a la persona que escribe el blog (no se ha inventado ningun personaje ni vida paralela a diferencia de otros(as)) tiene una inmensa capacidad de persistencia en la blogósfera a pesar de los ataques a mansalva que recibe de hacker´s, fans desubicados y supuestos “hermanos” que en realidad solo buscaban echar su maicito, generar compasión y tentar un “agarra aguirre” virtual. Uno aprende todos los días y esa noche aprendí dos al hilo (ven que a veces puedo?). La primera, que los alemanes son en realidad unos vivazos; no sabrán hablar español, serán unos troncazos bailando o jugando fútbol y a pesar que a veces los estafan de lo lindo -pues son bastante crédulos- terminan saliéndose con la suya y llevándose a las chicas más lindas y guapas a su país(chúpate esa Florito). La segunda es una conclusión más elemental pero no por eso menos válida: Hay que ser un verdadero imbécil para sacar a Ana Lucía de un blogroll.
Ya pasé la crisis del primer año, la de la página en blanco, la de creerme importante en la blogósfera y la tentación irrefrenable de mandar todo a la porra (empezando por este blog).Tampoco me creo los mensajes entusiasmados de calzones solitarios y necesitados, los desmedidos elogios de spamers y las centelleantes promesas de amor eterno que veo pasar como combis de un lado a otro de la blogósfera. Como lo he expresado al inicio de este post, sigo creyendo en la gente que no recurre a estratagemas para pescar afecto y sigo convencido que bien utilizado este espacio es maravilloso no solamente a la hora de conocer a personas que quizás siempre hubiesen pasado de largo en nuestras vidas; también es irreemplazable a la hora de reconocernos en los gustos, iras y querencias de otros a quienes tal vez conozcamos solo desde ayer pero de seguro nos van a acompañar toda la vida.
*Las fotos son cortesía del buen "Chasis de Grillo" Allan
Es conocido el desapego que le tengo a la publicidad peruana y a sus “cerebros creativos”.Con honrosísimas excepciones nuestra actividad publicitaria local ha sido siempre bastión de la adoración a lo foráneo y el desprecio a nuestra realidad además de ser un caleidoscopio de otras taras tales como racismo, exclusión, falta de autoestima, centralismo, sexismo y discriminación de género. Haciendo un parangón con el cine nacional, la publicidad peruana de calidad -en la acepción más amplia del término- no existe.
Para mí, un comercial más detestable que la mayoría. Porque incide mucho que es el "trabajo" y el "esfuerzo" lo que nos harán progresar. Pero, claro, trabajar mucho DENTRO del capitalismo y su alienación.
Los primeros beneficiados del auge de la cumbia son los mismos grupos que tienen copadas sus actuaciones por los próximos 6 meses. Es más, ellos no necesitan ser aceptados en Asia o Larcomar pues ya han sido adoptados como propios por una inmensa mayoría de peruanos que sienten en sus canciones una representatividad de sus experiencias cotidianas.
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